sábado, 17 de noviembre de 2007

Auto-fotografías de Robert Frank

Fue de los pioneros en humanizar la fotografía documental. Como cité hace un tiempo atrás en una columna, el fotógrafo chileno Juan Domingo Marinello dice que la fotografía es una “proyección de la personalidad de su propio autor”. Bajo este precepto, todos los fotógrafos plasmarían algo de subjetividad en sus trabajos. Y pienso que es así. Pero, ¿qué hay de documentar visualmente con mensajes -a veces sólo palabras- que entreguen una idea preconcebida de lo que estoy informando? Son pocos los fotógrafos que se han atrevido a insertar el lenguaje en sus trabajos. Este recurso, entre otros más, hace de la obra de Robert Frank un legado “histórico autobiográfico”. Un anecdotario personal que, de paso, nos demuestra que la cotidianeidad a veces no existe.

Una mesera agotada, me imagino, después de un largo día de trabajo. Mujeres, desde el otro lado del mesón, tomándose un café, un té, una leche, lo que sea. Comiéndose un sándwich. Situaciones absolutamente rutinarias que parecieran salir del consciente colectivo cuando se trasladan, capturadas, a un salón en donde se expone arte.
Robert Frank se atrevió a quitarle lo referencial a una fotografía. Destacan en su obra imágenes desenfocadas, sin el sentido que la escuela academicista había transmitido por años a sus contemporáneos. Pero, por qué olvidarse de la simetría, de los planos, de la configuración de una imagen, para hacer fotografía documental. Frank declaró en alguna entrevista, que la incorrección en la fotografía es, en la mayoría de los casos, la mejor técnica para hacer una representación fiel de la realidad. De la realidad como es. Es como cuando los impresionistas se inspiraron en la técnica fotográfica para poder representar el mundo. Bastaría recordar las bailarinas de Degas paralizadas en sus descansos e, incluso, recortadas por el pintor en algunos de sus cuadros, y no como el canon artístico clasicista las había retratado hasta el momento.

Cuando hablo de subjetividad dentro de su obra, me anticipo a uno de los recursos más renombrados del autor: El fotógrafo dentro de su foto. El fotógrafo y, a veces también, su esposa y sus hijos. Y aunque no sea un recurso original de Frank (Recuerdo haber visitado, hace años atrás, una exposición de fotos de la mexicana Tina Modotti repartida en dos salones. En uno de ellos se presentaba la vida de la artista, compilada en fotos personales), ni él, ni su esposa, ni sus hijos parecieran posar para las fotos. Incluso, los retratados, parecieran no advertir el momento en el que el flash los paraliza. Es desde los 60 que Robert Frank apuesta por esta rama autobiográfica en la fotografía -además del uso de textos sobre el papel-, para confundir al receptor. Confundirlo porque se vuelve imposible distinguir entre el sujeto que sale en la foto y el yo-artista que razona antes de presionar el click de la cámara. Esta técnica ha sido definida por expertos como “autobiografía visual”.

Algo similar ocurre cuando leo la palabra «Sick of goodbys» en una foto. Cuando distingo una palabra, un mensaje, incluso un icono, en la imagen. Insertar texto y/o iconos es un gran desafío para el fotógrafo. Es entregar, en las manos del receptor, una idea preconcebida de la realidad. Es desviarnos la vista. Es obligarnos a entender la imagen a partir del sentido que este yo-artista tuvo cuando -convertido en el sujeto- se pintó los dedos y empezó a escribir. Para nosotros.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Thanks for youг marvelous pοsting! I rеally
enjoyed reading it, you ωill be а grеаt authοг.
I ωіll гemembеr to bookmark your blog and will
оften come bаck іn the future. I ωant to encourage you tο definіtely continuе
your grеаt ωork, have a nice wеeκend!


Fеel frеe to ѕurf to my hοmеpage :: v2 cigs Reviews

Anónimo dijo...

Thank you for commenting аnԁ offerіng us a gгeаt update.
It's reminded me personally that I must edit the aforementioned page with the latest information!

Stop by my blog post green smoke coupon codes